Me encanta la leche de almendras, la puedo tomar caliente con cacao puro en polvo, en un batido como este o beberme un vaso directamente de la nevera.
Hay muchas marcas en el mercado, pero hasta el momento no encontré ninguna que pasara de un 6% de almendra.
Por eso cuando descubrí lo fácil que es hacerla en casa, me decidí a ello.
El sabor es delicioso, nada que ver con la comprada y solo necesitas 2 ingredientes.
¿Te animas a probarla?
Ingredientes (para 1 litro de leche de almendras)
150 g de almendras crudas
900 g de agua
Preparación de la leche de almendras
1.Pon las almendras en remojo un mínimo de 8 horas antes de utilizarlas. Puedes dejarlas hasta 48 horas, pero cambiando el agua cada 8.
2.Cuando las vayas a utilizar, tira el agua del remojo y acláralas bien debajo del grifo.
3.Echalas en el vaso de la batidora y añade los 900 g de agua. Bate hasta que las almendras estén bien trituradas. Si lo haces con thermomix u otro robot de cocina, tritura 2 minutos a velocidad máxima.
4.Llegados a este punto, puedes colarlo a través de una tela fina tipo lino o consumirla así.
5.Guarda en la nevera y consume en 3 o 4 días.
Observaciones
-Me encantan las almendras crudas una vez remojadas. Están súper crujientes, por eso siempre pongo alguna de más porque ya se que me las voy a comer.
-Cuando lo vayas a batir puedes añadir un poco de canela en polvo, vainilla, jengibre, dátiles…yo prefiero no poner nada y añadir lo que me apetezca cuando la vaya a tomar.
-Normalmente no la cuelo porque me gusta mucho la textura un poco espesa que queda con las almendras. Si tú la cuelas, no tires las almendras, utilízalas para añadir a un batido o sécalas para usar como harina de almendra.