Huesos de Santo 8


Uno de los postres más típicos del Día de Todos los Santos es los Huesos de Santo.

Son unos cilindros de mazapán huecos, rellenos de yema y opcionalmente bañados con una glasa.

Una autentica delicia para el paladar.

A continuación, te cuento con todo detalle cómo hacerlos, pero por si no lo ves muy claro, al final del post tienes el enlace directo al vídeo de mi canal de youtube, y en las observaciones tienes alternativas a algunos ingredientes y artilugios.

Comenzamos.

Huesos de santo | Piruletas de jamón - Blog de cocina

Ingredientes (para 3 docenas)

Para la masa

160 g de almendra molida o harina de almendra

135 g de azúcar normal

40 g de agua

45 g de azúcar invertido (aquí tienes la receta)

150 g aproximadamente de azúcar glas

Para el relleno

150 g de yemas

100 g de azúcar normal

Para el glaseado (opcional)

300 g de azúcar glas

75 g de agua

Preparación de los huesos de santo

1.Pon un cazo en la vitro, a potencia media alta, con el azúcar normal y el agua que te indico en los ingredientes de la masa. Remueve con unas varillas hasta que empiece a hervir.

2.Vierte sobre la almendra molida que tendrás en un recipiente y mezcla bien con una lengua. Saca a la encimera y sigue amasando con las manos un buen rato, hasta que tengas una masa que no se te pegue ni a las manos ni a la mesa. Si lo haces con una amasadora y el accesorio pala, será mucho más rápido.

3.Con esta masa ya puedes hacer los Huesos de Santo, pero si sigues con el siguiente paso, te aseguras de que la masa quede mucho más moldeable y  duradera.

4.Pon la masa en un recipiente y añade el azúcar invertido y una tercera parte del azúcar glas. Vete mezclando con las manos y añadiendo el resto del azúcar glas poco a poco. Para saber si la masa está perfecta, coge una pequeña porción y haz un rulo con ella, si al enrollarla en espiral no se rompe es que ya está, si no es así añade un poco más de azúcar glas.

5.Divide la masa en 2 partes y coloca una de ellas sobre un papel de horno o mantel de silicona. Pon otro papel de horno por encima y estira con el rodillo de amasar. Para que te quede toda la masa del mismo grosor puedes ayudarte de unas tablillas guía de entre 3 y 5 mm de grosor o unas agujas de tejer. Las colocas a los lados de la masa y estiras de forma que el rodillo apoye por los lados en ellas. (En el vídeo lo puedes ver más claramente).

6.Una vez estirada la masa, pásale un rodillo con ranuras (tipo este) para hacerle las típicas rayas. (En las observaciones, tienes alternativas). Corta en cuadrados de 5 x 5 cm. Coge un palito de un cm de diámetro, imprégnalo con azúcar glas y enróllalo sobre uno de los cuadrados, presionando un poco en la unión para que quede bien sellada. Retira con cuidado y haz lo mismo con el resto de los cuadrados. Vete colocando los huesos sobre una rejilla, repite la misma operación con el resto de la masa y deja secar unas horas, mejor de un día para otro.

7.Para hacer el relleno, pon las yemas y el azúcar en un recipiente apto para microondas, mezcla bien con unas varillas y mete en el microondas a potencia máxima durante un minuto. Saca remueve y mete en tandas de 30 segundos hasta que tengas una crema que caiga de la varilla con dificultad. Echa en una manga pastelera con boquilla redonda y pequeña (si es manga desechable no hace falta boquilla) y deja enfriar.

8.Una vez fría la yema rellena los huesos. Corta un pequeño agujero en la punta de la manga (si la utilizas desechable) e introdúcela por un lado del hueso, rellena la mitad y la otra mitad por el otro lado.

9.Puedes consumirlos así o bañarlos con una glasa. Para preparar la glasa, pon el azúcar glas y el agua en un cuenco y remueve con unas varillas hasta que esté como una crema ligera. Sumerge cada hueso en ella y pon a escurrir sobre una rejilla con papel de horno debajo. Deja que seque y ya los tienes listos. Se conservan varios días fuera de la nevera.

Observaciones

 

-Si no te animas con el azúcar invertido (aunque te digo que es súper fácil de hacer) puedes utilizar una miel que esté un poco dura.

-Si no tienes el rodillo especial para hacer las rayas, puedes hacerlas con unas agujas de tejer, unas brochetas o dejarlos lisos.

-Para darle la forma a los huesos, te sirve cualquier cosa cilíndrica que tenga aproximadamente un cm de diámetro, (un mango de una cuchara de madera, un lapicero…)

-Si prefieres hacer la yema en la vitro, echa los ingredientes en un cazo, pon a potencia media baja y remueve sin parar con unas varillas para que no se pegue.

-Con el baño final consigues un acabado más crujiente, pero el sabor es prácticamente el mismo.

-Si los guardas en la nevera, con el frio se reblandecerán.


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