Próximamente voy a poner alguna receta que lleva azúcar invertido, así que voy a explicarte brevemente qué es, para qué utilizarlo y lo facilísimo que es de hacer.
El azúcar invertido (muy resumidamente) es la separación de la fructosa y la glucosa (elementos que componen el azúcar normal) mediante hidrolisis, quedando un líquido transparente con un alto poder endulzante. Pincha aquí si quieres saber más sobre este proceso.
Se emplea mucho en confitería, panadería y heladería. Bizcochos y bollería quedan mas jugosos y duran más tiempo tiernos y en los helados dificulta la cristalización del azúcar por lo que estos quedan más cremosos y manejables.
En bollería se sustituye aproximadamente un 50% de azúcar normal por 50% de azúcar invertido, en heladería un 25 % y para bizcochos un 30%.
Es un ingrediente muy versátil que casi nunca utilizamos porque nos parece una cosa rara y nada más lejos de la realidad, hoy en día lo encuentras en muchos supermercados, pero es que además es facilísimo de hacer y dura meses guardado en un tarro en la despensa.
Ingredientes
(para un tarro de litro)
700 g de azúcar
150 g de zumo de limón
100 g de agua mineral
Puntita de bicarbonato (1 g aproximadamente)
Preparación del azúcar invertido
1.Echa en un cazo el agua, el azúcar y el zumo de limón y pon a calentar a potencia máxima.
2.Cuando empiece a hervir, retira del calor, añade el bicarbonato y remueve con unas varillas (es normal que haga un poco de efervescencia). Retira la espuma que haya podido quedar por encima y deja enfriar.
3.Una vez frío, echa en un tarro hermético de cristal y guarda en sitio fresco y seco.
Observaciones
-Ya ves que es súper fácil de hacer y puedes tenerlo en casa durante mucho tiempo.
-La función del bicarbonato es la de neutralizar la acidez del limón. No es imprescindible, aunque si aconsejable.
-La utilización de agua mineral es porque la del grifo suele contener cloro u otras sustancias que pueden afectar al resultado del proceso.