En un día como hoy no podía faltar una receta carnavalera y aquí está, unas riquísimas orejas de carnaval.
Aunque esta receta es típica de Galicia (orellas de entroido) por proximidad también se hace en Asturias, sobre todo en la zona del occidente.
Cuando decidí hacer esta receta para el blog, no dudé en preguntarle a Belén, una gallega con la que mis cuñados hicieron amistad en la etapa que vivieron en Coruña.
La amistad se hizo extensible, por aquello de los amigos de mis cuñados son mis amigos jaja y aun saboreo la tremenda mariscada que trajeron la última vez que vinieron a Asturias, que ganas de volver a la normalidad y reencontrarnos con una botellina de sidra o albariño de por medio.
La receta que ella me dio es la de su madre y como todo en Galicia es a lo grande, de hecho, me decía que mejor freírlas entre dos para que no se haga tan largo. Por eso he hecho una adaptación con una menor cantidad, porque ya sabes cuanto más se haga más se come.
Mil gracias, Belén. Esperamos veros muy pronto.
Ingredientes (para 25 orejas)
1 huevo
65 g de anís
Esencia de anís (opcional)
65 g de leche
40 g de mantequilla derretida pero fría
Ralladura de 1 limón
250/300 g de harina
Pizca de sal
Aceite de oliva suave o girasol para freírlas
Preparación
1.Pon en un cuenco amplio el anís, la esencia, la leche, la mantequilla, la ralladura de limón, la sal y el huevo batido, remueve todo para que se mezcle bien. (Con thermomix 15 segundos en velocidad 3). Añade la harina. Empieza poniendo 250 g y amasa (con thermomix 2 minutos velocidad espiga) si ves que la masa te queda demasiado pegajosa, vete añadiendo harina poco a poco hasta que esté más manejable. Haz una bola y deja reposar 30 minutos en el cuenco tapada con un paño.
2.Pasado el tiempo reparte la masa en porciones de unos 20 g, echa un poco de aceite en la encimera o en un mantel de silicona, coloca una porción de masa y encima un papel de horno y estira con un rodillo de amasar hasta dejarla bien fina (unos 2 mm). Vete colocando las porciones estiradas sobre un papel de horno, cuando no te quepan más pon otro papel de horno encima y coloca otra capa de masa (foto 1) así sucesivamente hasta que hayas estirado todas las porciones.
3.Pon una sartén con abundante aceite a calentar, a potencia media alta. Cuando veas que el aceite empieza a hacer como aguas, es el momento de freír. Echa una porción de masa en la sartén y con la ayuda de uno o dos tenedores encoje un poco un lateral para darle forma de oreja (foto 2) en cuanto esté dorada dale la vuelta para dorar por el otro. Escurre el exceso de aceite y pon en una fuente con papel absorbente. Espolvorea por encima con azúcar normal o azúcar glas.
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- Foto 1
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- Foto 2
Observaciones
-Unas harinas absorben más humedad que otras por eso te pongo la cantidad aproximada. Y depende también si añades la esencia de anís.
-Si quieres un sabor intenso a anís añade la esencia, si te gusta que tenga solo un ligero toque con el anís solo es suficiente.
-Puedes freír unas cascaras de naranja o limón antes de freír las orejas para aromatizar el aceite.
-El secreto de las orejas es que estén bien crujientes y para eso tienen que estar muy finas. Otra manera de cortarlas es estirando un trozo grande de masa y luego cortar porciones más pequeñas en forma de rombo. Yo probé ambas y se me arregla mejor estirando de una en una.
-Si quieres darle otro toque de sabor, mezcla el azúcar de espolvorear con canela o vainilla.
