Estas en casa tranquilamente y de repente te apetece algo dulce, tienes en el armario esa crema de cacao tan conocida hecha con leche, cacao, avellanas y azúcar, pero resulta que te da por mirar los ingredientes y ves que lleva un montón de azúcar, aceite, manteca de cacao y muy poco de leche, cacao y avellanas.
Con las mismas posas el bote en el armario y decides que no vas a comerla, pero pasas un buen rato con ella en la cabeza.
¿Qué te parecería preparar tu misma esa crema en formato saludable y poder comerla sin remordimiento (sin abusar)?
Pues no le des más vueltas y a ello. Es muy muy fácil de hacer y te sabrá a gloria.
Eso sí, necesitas un procesador de alimentos o thermomix o batidora potente para poder sacar la grasa de las avellanas.
Ingredientes
200 g de avellanas crudas o tostadas
50 g de dátiles de medjool deshuesados (3 unidades)
10 g de cacao puro en polvo (1 cuchara de postre)
Una pizca de vainilla (1 g)
Una pizca de sal (1 g)
100/150 g de agua, leche vegetal o leche de vaca
Preparación de la crema de cacao
1.Si las avellanas son crudas, tuéstalas con el horno precalentado a 200º, calor arriba y abajo durante 10 o 15 minutos, removiéndolas de vez en cuando. Deja que enfríen un poco.
2.Pon las avellanas en el procesador y tritura hasta conseguir una crema blanda, tendrás que parar varias veces, bajar los restos de las paredes y seguir batiendo. Con thermomix 30 segundos, velocidad 7, bajar restos y 1 minuto en la misma velocidad, si ves que todavía no es una crema tritura unos segundos más.
3.Añade el resto de ingredientes y sigue batiendo hasta que tenga la textura deseada, empieza poniendo 100 g de líquido y vete añadiendo hasta tener la textura a tu gusto.
4.Echa en un bote con cierre hermético y conserva en la nevera.
Observaciones
-Puedes usar otros dátiles que no sean de medjool, si ves que son muy duros remójalos en agua una media hora para que ablanden.
-Tendrás tentación de comértela a cucharadas, pero, aunque sea una crema saludable, no abuses de ella pues las calorías de los frutos secos y los dátiles están ahí. Un poco en una tostada para desayunar o merendar, para echar un día a un yogurt, para mezclar con unas frutas… lo dicho sin abusar.
-Yo suelo hacerla con agua por el motivo anterior, no la comemos a diario y con la leche se conserva menos tiempo.
-Si sois muchos en casa o haces para compartir, puedes doblar cantidades y en el procesador se hará más fácil.
-Estoy convencida de que en cuanto la pruebes no volverás a comprarla.